Existen muchas formas de colocar un forjado sanitario. Como hemos indicado antes, una posibilidad es con viguetas pretensadas de hormigón que estarán sobre muros de carga. Cuando hayamos ya creado los cimientos, será el momento de crear pilares de carga de hormigón armado que partirán de la propia cimentación.
Será necesario utilizar un sistema de encofrado que permita realizar los muros de carga de hormigón armado. De esta forma, podremos crear una cámara de aire entre los cimientos y el forjado superior. Entre los materiales que necesitarás para el forjado sanitario se encuentran: bovedillas de hormigón de 25 cm, capa de compresión sobre la bovedilla de hormigón armado de 5 cm y viguetas pretensadas que podrán tener una distancia al eje de unos 70 cm.
En cuanto al espacio inferior del forjado sanitario habitualmente suele rondar entre los 50 cm y un metro. Solo así un trabajador podría introducirse debajo para resolver cualquier avería o realizar el mantenimiento del forjado de la vivienda.
Con la información que te hemos facilitado puedes tener claro que contar con un buen forjado en tu construcción es muy importante. Se trata de una parte de la edificación que requiere de la atención necesaria para asegurar que resiste al paso del tiempo y que permite mantener la salubridad en las viviendas.
Muchas empresas podrán ofrecerte diferentes tipos y calidades de forjados sanitarios, pero es importante tener claro que los mejores son los que permitan un mayor aislamiento para evitar humedades, como es el caso de nuestros forjados sanitarios Kappax.
Un buen forjado sanitario te dará tranquilidad a largo plazo, ya que evitarás humedades y todo tipo de enfermedades y hongos vinculadas a esas enfermedades, sobre todo, en zonas donde el nivel de humedad es alto y puede ser fácilmente trasferible a las viviendas.